La primavera se asoma. La luz empieza a ganar más espació y los días son más cálidos. Salimos de la hibernación, de la casa, de la cueva. El ambiente que se respira, me invita a salir al mundo a disfrutar de él, a explorar. Es la gran metáfora del nacimiento. Salimos de un útero, de casa, de la protección y seguridad para adentrarnos en un mundo que nos incita a que sea conocido, a que sea visto a través de nuestros ojos. La vida quiere descubrirse a si misma